Hambre
Por Raúl Henao
Mientra miraba fijamente las vueltas que daba un pollo en el asador
Advertí que a pesar de poner todo empeño de mi parte no podia cerrar la boca
Afortunadamente había pasado despercibido para las personas que a esa hora acostumbran pasearse a lo largo de la calle
Cuando tocado por la curiosidad alguien se detuvo a mi lado y echo una ojeada
Luego con el aire del domador de circo que mete su cabeza en la boca de un león
Introdujo la suya en mi boca y volvió a sacarla al parecer sin ningun desperfecto
Solo en la expresión avergonzada de su rostro se adivinaba que acababa de perder la cabeza.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
